Mi Gente exposición fotográfica de Manuel Peñafiel fue exhibida en el Palacio de las Bellas Artes de la Ciudad de México en 1976.

Mi Gente exposición fotográfica de Manuel Peñafiel fue exhibida en el Palacio de las Bellas Artes de la Ciudad de México en 1976, más tarde, auspiciada por la Secretaría de Relaciones Exteriores viajó a Rusia, Francia, Bélgica, Turquía, España, Italia, Cuba, Indonesia, Polonia, Bulgaria, República Checa, Los Países Bajos y República Popular China.

Manuel Peñafiel se ha distinguido por su incansable afán en documentar la vida de México, festiva en ocasiones, ardua y trágica la mayor parte del tiempo.

En los años sesenta y principios de la década de los setenta, sus imágenes ya eran un claro llamado a la conciencia ciudadana y gubernamental.

Su obra fotográfica comenzó a reconocerse internacionalmente gracias las exposiciones itinerantes Mi Gente, Lo real, lo irreal y lo imposible, y ¿ Evolución ?.

Dichas colecciones auspiciadas por la Secretaría de Relaciones Exteriores viajaron a Rusia, Francia, Bélgica, Turquía, España, Italia, Cuba, Japón, Polonia, Bulgaria, República Checa, E.U.A., Indonesia, República Popular China y Los Países Bajos.

En México sus fotografías se han exhibido en El Palacio de las Bellas Artes,Museo de Arte Moderno, Museo Universitario del Chopo, Museo Nacional de las Culturas, Museo Felipe Santiago Gutiérrez, Museo de la Ciudad de Cuernavaca, Centro Cultural Jardín Borda del Instituto de Cultura de Morelos, La Cineteca Nacional, Universidad Autónoma del Estado de Morelos, Museo Ex Convento de Tepoztlán, Museo de Arte Indígena Contemporáneo, y Casas de Cultura diseminadas en su país.

Es autor de los libros Cavilaciones 1966, Kinver 1968,  El Estado de México ( 1975 ) , México ( 1976 ), Carne 1978, Los Médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social ( 1980 ) , Niños de México ( 1980 ), Conjuros y Deseos ( 2001 ) , Emiliano Zapata, un valiente que escribió historia con su propia sangre ( 2002 ), Universos Íntimos – Paraísos y Desiertos( 2017 ).

Sus libros El Estado de México y México vendieron juntos veinticinco mil copias, en ediciones consecutivas los años de 1975 y 1976.

En 1980 el Instituto Mexicano del Seguro Social lo contrató para tomar las fotografías que conformarían los libros Niños de México y Los Médicos del Seguro Social, con prólogos de Carlos Monsiváis y Efraín Huerta respectivamente.

Manuel Peñafiel a finales de la década de los años 70, adelantándose a su época se internó en su laboratorio para desbordar su imaginación filosófica en audaces montajes fotográficos, antes de que la cibernética efectuara las composiciones digitales conocidas en la actualidad.

En 1996 aprovechando la tecnología vigente, produjo el disco interactivo para computadoras  Pasión por la Luz CD - ROM, el cual contiene relatos fantásticos, surrealistas y filosóficos de su autor, junto con el arte digital distintivo de este imaginativo artista fotográfico.  

En 2002 publicó el libro Emiliano Zapata, un valiente que escribió historia con su propia sangre, obra fotográfica - literaria que documenta los testimonios de los Veteranos del Legendario Ejército Libertador del Sur, durante la Revolución Mexicana de 1910, y del Ejército Zapatista de Liberación Nacional fundado en 1983.

En el año 2005 El Instituto de Cultura de Morelos reunió las creaciones logradas por este autor durante más de cuatro décadas, conformando con ellas la magna exposición retrospectiva Pesadillas y Placeres, exhibida en el Centro Cultural Jardín Borda de la Ciudad de Cuernavaca.

Sus colaboraciones y fotografías han sido publicadas en el Suplemento Cultural Bajo EL Volcán de La Unión de Morelos, en el periódico La Jornada, y La Verdad con Hechos, Revista de investigación y crítica política, así como en diversas ediciones mexicanas e internacionales.

Manuel Peñafiel en el Siglo XXI decide convertirse en productor, director de fotografía y arte, es autor de las películas documentales Los Últimos Zapatistas Héroes Olvidados; y Pancho Villa, la Revolución no ha terminado, ambas cintas se han exhibido en los cinco continentes, elogiadas en festivales internacionales recibieron premios a la Excelencia Cinematográfica, Cinematografía Visionaria y Mejor Fotografía con Contenido Histórico y Social.

Durante la filmación de estos documentales, Manuel Peñafiel aprovechó la convivencia con aquellos ancianos que sobrevivieron a la gesta bélica para captar sus retratos mientras sus entrevistados le narraban dramáticas y conmovedoras remembranzas, así surgieron los acopios de Los Veteranos del Legendario Ejército Libertador del Sur y Pancho Villa, aquellos que lo conocieron, el contenido de estas colecciones forma ya parte de la historia de México en la rama de fotografía.

Con más de cincuenta años de experiencia Manuel Peñafiel acumula en su carrera una extensa hemerografía, su obra fotográfica ha sido reproducida y reseñada en periódicos y revistas publicadas en el ámbito internacional, merecedor a reconocimientos públicos por su trayectoria artística y aporte a la cultura, La Enciclopedia de México incluyó su biografía en el Tomo XI.

 Manuel Peñafiel suele trabajar en el estudio fotográfico, donde el artista de la lente construye él mismo diversas escenografías visuales con los suficientes elementos simbólicos para rescatar de manera subjetiva la profunda filosofía que reside en las leyendas autóctonas del México antiguo. Actualmente se dedica a enriquecer una colección de fotografías alusivas al pensamiento mesoamericano combinado con la dinámica contemporánea que experimenta dentro de su vida, a este acervo lo considera sus Universos  Íntimos.

Kirma La Pescadora es otra realización del cineasta mexicano Manuel Peñafiel, este cortometraje es una sólida advertencia al peligro que acarrea a nuestro planeta la irresponsable contaminación ambiental y el ultraje a la fauna y flora, en esta cinta el director Manuel Peñafiel transporta por medio de sus encuadres cinematográficos hacia el exuberante habitat de una hermosa pescadora llamada Kirma, quien con espontánea naturalidad narra su cotidiana vida sustentada con el nutritivo alimento que le brindan los peces, a los cuales atrapa dentro de sus redes, o caen bajo la certera puntería de su arpón.

Cuando los primeros rayos del dios Tonatiuh Sol aparecen, Kirma La Pescadora dirige su plegaria hacia la bondadosa Chalchiuhcuéye diosa del agua, para que al arrojar su red se la devuelva repleta de pescados, prometiéndole a dicha deidad, respetar la veda y la hueva fecundada para que las aguas del océano estén siempre rebosantes de acuáticas criaturas.

Durante la secuencia de esta cinta con fotografía, guión y edición a cargo de Manuel Peñafiel, Kirma explica que los pescados que ella come la protegen contra diversas enfermedades, ella solamente mata animales para nutrirse, y por ello les agradece la fortaleza que le obsequian ya que continuarán viviendo dentro de su cuerpo y su mente, en este punto del guión escrito por Manuel Peñafiel, él hace clara referencia a la gratitud que los antiguos mexicanos le guardaban a sus medios de sustento obtenidos con la cacería, la agricultura y la pesca.

Kirma La Pescadora también expresa su indignación por la contaminación ocasionada por los forasteros que arribaron a los litorales igual que voraces parásitos en busca de petróleo, causando desastres ecológicos durante las perforaciones de los pozos y los naufragios de buques tanque.

El propósito de Manuel Peñafiel es motivar al público a respetar la ecología y la fauna del planeta, él pugna por detener la cacería irracional, y los espectáculos sangrientos como las Corridas de Toros, Peleas de Gallos y Peleas de Perros.

La secuencia visual lograda por el director Manuel Peñafiel muestra los tesoros que la Naturaleza brinda a los seres humanos, mientras Kirma La Pescadora le canta al océano agradeciéndole sus bondades, expresando su amor al planeta Tierra, censurando al mismo tiempo, que arrecifes y manglares hayan sido destruidos para construir lujosos hoteles, Kirma clama indignación por los desastres radioactivos que han envenenado al mar irreversiblemente.

Kirma La Pescadora es una cortometraje con el cual su realizador Manuel Peñafiel pone de manifiesto su repudio a la basura con la que se ha ultrajado a los ríos, lagos y lagunas, responsabilizando a los países industrializados por ser los causantes del calentamiento global que ha desquiciado al clima del mundo entero, cuyas catástrofes meteorológicas han ahogado a pueblos indefensos, y el descongelamiento de los glaciares elevará el nivel del mar sumergiendo playas y ciudades en un futuro no lejano.

En 2011 Manuel Peñafiel presenta su colección Fuerzas Creadoras del México Antiguo en Arteaméricas Feria Internacional de Arte Latinoamericano celebrada en Miami Beach, Florida, EUA.  Y posteriormente en 2016 Manuel Peñafiel culmina esta misma colección agregando más imágenes para la exposición que fue montada en el Museo de Arte Indígena Contemporáneo en la Ciudad de Cuernavaca, México; con tal motivo Manuel Peñafiel expresó: La fotografía es mi manera de expresión con la cual deseo rescatar la herencia de mis antepasados autóctonos; el ultraje perpetrado por el homicida encumbrado Hernán Cortés a mi nación mexícatl en el siglo XVI ocasionó que yo naciera mestizo, a pesar de este accidente el torrente genético aborigen hace erupción en mí, impidiendo resignarme a que mi patria se haga aún más híbrida, es mi propósito recuperar la filosofía poética que radica en las leyendas de donde surgieron las Fuerzas Creadoras del México Antiguo, me refiero a las deidades que mis ancestros imaginaron, y con esta remembranza les rindo homenaje a los indígenas, quienes continúan conservando su dignidad a pesar del racismo con el que se les castiga.  

Trágicamente la pujanza nativa se diluyó tras la depredación española, hasta la fecha muchos mexicanos mendigan su bastardía del virreinato, necios en aceptar que los españoles jamás consideraron seres de valía a los nativos. En la actualidad diversos mexicanos miran hacia la península ibérica con rastrera nostalgia, mientras sus transnacionales continúan saqueando nuestros recursos con pleno consentimiento gubernamental.

Desgraciadamente México no prospera, la corrupción gangrena al país, millones de mis paisanos viven cautivos de la indolencia y la ausencia de solidaridad cívica, la rivalidad tribal de los burócratas erosiona sus funciones, entre la ciudadanía pareciera que todos están contra todos, incontables mexicanos se fermentan en el rancio conservadurismo; los retrógrados persisten en su pedante anhelo de traer de vuelta a México los putrefactos despojos de Porfirio Díaz, el gobierno francés no se opone, ya que ha declarado que allá no hay sitio para los huesos de un dictador; la carroña de los conservadores mexicanos apetece seguir rumiando el espejismo de festines con candiles encendidos con la sangre del pueblo al cual desprecian, son los descendientes ideológicos de aquellos limosneros que fueron a mendigar un emperador europeo trayendo consigo a Maximiliano de Habsburgo, existen mexicanos que aún desean ser abyectos pajes, burdos clones de los extranjeros, marionetas de una alucinación gloriosa en concubinato con la codicia de los perversos pederastas guarecidos en el Vaticano.

En ninguna de mis palabras anida el rencor, la hostilidad o la fobia a los extranjeros, por el contrario, cada letra, sílaba y palabra pretendo robustecerlas con la dignidad de un mexicano que hambriento apetece la positiva identidad nacional, tampoco es mi intención idealizar los periodos prehispánicos de lo que ahora es México; las aristocracias indígenas junto con los sacerdotes gozaban de opulencia, impunidad y privilegios, tal y como sucede hoy en día.

De manera contraria a la mitología misógina cristiana la cual acusa a Eva de la perdición de Adán, fatídica herencia que maldijo a las mujeres, la sabiduría antropológica de mis antiguos abuelos habla de la energía femenina en la creación del planeta que habitamos; son las Fuerzas Creadoras del México Antiguo, las que nos obsequiaron su constructivo apoyo.

Fue Chicomecóatl quien enseñó a los seres humanos cómo cosechar los dorados granos de nuestro venerado sustento el maíz, Xilonen resguardaba la mazorca tierna, Chicomecóatl la hacía madurar, Quilaxtli protegía las cosechas, de Chalchiuhcueye fluían las deliciosas vertientes acuíferas, fueron muchas las divinidades que según mis arcaicos antecesores nos protegían, y por supuesto, no puedo pasar por alto a Xochiquetzalli, ingeniosa y deliciosa protectora de las tejedoras, patrona de la poesía, las artes, el amor y las flores.

Soy escritor, considero que hablar es efímero, escribir es casi eterno, además de verter mi impulsivo abecedario, capturo aquellos momentos que jamás volverán, mi fotografía es página arrebatada al tiempo y obsequiada a la historia.

Esta colección de imágenes pertenece a lo que se le denomina fotografía construida, considero que la fotografía no se debe limitar a reproducir la realidad, algunos fotógrafos nos aventuramos a materializar las ideas que surgen en la mente, esta exposición es la manera subjetiva con la que representé a las Fuerzas Creadoras del México Antiguo.

Manuel Peñafiel es productor, cinematógrafo, guionista, compositor musical y editor del documental Universos Íntimos, en el cual con su propia voz expresa: Hacedor de imágenes soy, sin embargo, antes de mí, arcaicos hermanos también crearon obras de arte, deseando al igual que yo, jamás perecer. Esta película es una sutil muestra del arte logrado por mis ancestros, es mi propósito rescatar la herencia que navega dentro de mi cuerpo. Abrumado por la trágica condición de millones de mis hermanos indígenas, cautivos en desesperanzado futuro, me interné en vorágine visual para conformar mi guerrilla personal en contra de la discriminación racial y la injusticia social; aquellos de tez morena son despreciados en México; su elocuente y poético idioma aborigen es silenciado por la intolerante arrogancia de sus paisanos mestizos, quienes renegando de sus raíces nativas, deambulan en híbrida existencia imitando actitudes extranjeras.  

A manera de epílogo en la cinta Universos Íntimos, Manuel Peñafiel agrega:                                   Durante mi vida, cazador de imágenes he sido, para mitigar con arte el dolor humano; pretendo con mi herencia infundir respeto hacia nuestro orbe. Remendando nubes el fotógrafo transita en ansiedad florida, el caos se cierne sobre este ultrajado mundo, las aves fallecen tras naufragio y agonía, la poesía es una flor herida. ¿ Acaso alguien escuchará mi conciliatoria sugerencia ? Pretendo infundir respeto hacia nuestro planeta encolerizado en ardiente sismo. Al prójimo le digo que ya no viva prisionero de su destructivo egoísmo.

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©Manuel Peñafiel

Fotógrafo, Escritor y Documentalista Mexicano.

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